Mucho se habla sobre la Inteligencia Artificial (AI, por sus iniciales en inglés) y sobre cómo eso va a tener consecuencias en nuestras vidas. Por influencia de las películas de ciencia ficción, nos ponemos a imaginar que las computadoras, los robots y las maquinas en general van a tomar el poder y esclavizar a nosotros, los humanos. Pero no es así.
AI se define como la capacidad que tiene un procesador para realizar funciones cognitivas que nosotros asociamos con la capacidad que tenemos de pensar. Son funciones como reconocer un rostro, entender cuando alguien nos está señalando algo con gestos y percibir tendencias a partir del examen de datos disponibles. Los avances tecnológicos en los circuitos electrónicos resultaron en computadoras con capacidad para procesar cantidades enormes de datos en altísima velocidad. Y se sigue avanzando. Por eso, se desarrollaron algoritmos que son capaces de realizar funciones cada vez más complejas, como son las cognitivas. Pero, por más compleja que sea la tarea, sigue siendo una computadora procesando datos a través de un programa que un grupo de personas escribió.
Por ejemplo, la computadora que conduce un vehículo autónomo tiene que tener la capacidad de reconocer en la imagen que toma su cámara que hay un policía en la calle. A partir del procesamiento de la imagen, tiene que reconocer si es un policía que está señalando algo como para que el auto avance, desvíe o se detenga, o no está señalando nada, o aun si es un policía que está nada más que cruzando la calle yendo a su trabajo. Y todo ese proceso de reconocimiento tiene que tardar fracciones de segundos, como hace nuestro cerebro. Nosotros lo hacemos intuitivamente, basado en nuestra capacidad de reconocimiento y de razonar. Una máquina lo tiene que hacer basado en un programa que tiene cargado. El reconocimiento de imágenes tiene muchísimas aplicaciones, y no es necesario esperar que los autos se manejen solos para poder comprobarlas. Control de calidad en una linea de producción, seguridad interna en las empresas, reconocimiento de documentos como facturas y remitos, control de presentismo y desempeño de empleados, mejoras en la logística, la lista parece no tener fin. Piensen en cómo una computadora puede optimizar la carga de un camión basada en el reconocimiento del espacio disponible, el plan de recorrido y el conocimiento de las dimensiones de los paquetes que se tienen que repartir.
Otro ejemplo pero que no tiene nada que ver con el reconocimiento de imágenes es en el procesamiento de grandes volúmenes de datos. En las clases sobre cómo hacer un Plan de Negocios, tenemos un capitulo sobre proyecciones, que utilizamos para estimar el mercado y por ende el potencial de ventas futuras. Muy importante para hacer proyecciones es entender las correlaciones que hay entre las variables de un negocio. Por ejemplo, se les pregunta a los participantes si puede haber alguna correlación entre el crecimiento económico y el consumo de vinos, a lo que ellos contestan, intuitivamente, que es muy probable que haya una correlación positiva, es decir, que la gente consuma mas vinos a la medida que los resultados económicos de los negocios son buenos. La misma intuición no es tan directa cuando se les pregunta a los participantes sobre la correlación entre el crecimiento económico y el consumo de sal. Se les dificulta la intuición porque la respuesta tiene que ver con más variables, cuales serían las costumbres, los tipos de comida, los productos que pueden reemplazar a la sal y otros. Bueno, una computadora puede procesar una enorme cantidad de datos históricos sobre el tema y tejer las correlaciones entre las variables de forma mucho más eficiente y rápida que nuestro cerebro de forma a ayudarnos con la respuesta. Es la Inteligencia Artificial usada para mejorar las decisiones de negocios. El resultado es que nuestras proyecciones de mercado y de ventas potenciales van a ser mas precisas al tener en cuenta más variables y más correlaciones. La Inteligencia Artificial ayuda a mejorar los planes de negocios cuando se tienen datos históricos sobre los cuales se puedan hacer estimaciones.
En el area de recursos humanos, AI puede ayudar mucho en la selección del personal que se tiene que contratar además de la elección de cuáles empleados deben estar asignados a un proyecto basado en su conocimiento, educación, resultados obtenidos, preferencias y disponibilidad. Y, además, acompañar su desempeño en cada una de sus tareas. En Marketing, las aplicaciones son muchísimas. La computadora portable, es decir, el smartphone, puede sugerir que su dueño debe ir a comer algo en determinado restaurant basado en su ubicación, agenda para el resto del día, medio de locomoción, preferencias de comida y comentarios de clientes anteriores. El smartphone también notifica a su dueño cuando debe terminar su comida y salir para el próximo compromiso así como el recorrido que debe hacer basado en el tráfico, las calles cortadas por mantenimiento, obras o protestas. También en el Marketing, ya vemos hoy que, a través de la publicidad programática, somos bombardeados por publicidad que se basa en qué es lo que buscamos en Google y cuándo lo hacemos.
Hay mucho más. Muchas más aplicaciones y cada vez más sofisticadas. Los empresarios pueden esperar que AI va a contribuir más y más al desarrollo de los negocios aportando más eficiencia, reducción de costos, mejor procesamiento de los datos disponibles, reducción de tiempos de desarrollo de productos y más rentabilidad. Cuanto más los empresarios entiendan la AI, más aplicaciones vamos a tener y mas eficiencia en los negocios se puede esperar. Eso es, sin duda, mejor calidad de las decisiones de negocios.