Queremos que la oposición esté unida, ¿estamos todos de acuerdo?

Vengo escuchando la frase del título de esta nota con mucha frecuencia y pienso que la frecuencia va a aumentar a la medida en que nos acercamos a la fecha de las elecciones de este año. También circulan por WhatsApp mensajes que, de distintas formas, piden que los políticos se unan para que la oposición salga ganadora en 2021. Además, piden que esos mismos políticos dejen de lado sus vanidades para poder estar unidos.

Algunos van más allá y piden que haya una boleta única de oposición, lo que mostraría la unión de los políticos que no se alinean con el actual oficialismo. 

Tanto los que no le votaron al actual gobierno como los que le votaron pero están muy desilusionados se desesperan a cada paso en dirección a la impunidad de CFK, a cada contradicción o error del “presidente” o, simplemente, a cada atropello a las instituciones por parte del actual equipo de gobierno. ¡Y es natural que se desesperen porque el futuro del país está en juego!

Y la reacción a esa desesperación es pedir que la oposición esté unida. 

En mi opinión, la oposición no tiene que estar “unida” sino “coordinada”. Unida significa todos en la misma boleta, que es todos en la misma bolsa. Coordinada significa grupos diferentes que actúan de forma conjunta para lograr un objetivo. Unida facilita al oficialismo que tiene que luchar contra solo un grupo. Coordinada abre varios frentes de lucha en una campaña que requiere estrategias distintas en cada distrito. Por eso, repito, en mi opinión, la oposición no tiene que estar “unida” sino “coordinada”. Mis argumentos son los siguientes: 

  1. La elección de 2021 es una elección legislativa. Todas las provincias renuevan diputados y ocho provincias renuevan también senadores. No es una elección nacional sino varias elecciones provinciales al mismo tiempo. Eso significa que la mejor estrategia para la oposición en una provincia puede no ser la mejor en otra provincia. Los votos de cada partido o coalición se traducen en número de bancas de diputados por el sistema D´Hondt que beneficia el partido o coalición mayoritaria cuando hay pocas bancas en juego, no así en las provincias grandes. En los ocho casos que votan también para senador, se eligen dos senadores por el partido o coalición con más votos y un senador por el segundo partido o coalición mas votado. En algunos casos, puede ser interesante tener dos coaliciones de oposición siempre y cuanto las dos tengan condiciones de tener más votos que el oficialismo. En resumen, cada provincia es un caso y amerita una estrategia distinta y eso requiere coordinación de la oposición, lo que no significa unión de la oposición en una boleta única. 
  1. Hay muchos desilusionados con el gobierno de Alberto, pero también hay mucha gente que rechaza el gobierno de Macri. Esas personas no quieren entregar su voto al oficialismo y tampoco estarían cómodas si hay solo una boleta de oposición ya que esa boleta, naturalmente, estaría dominada por Juntos por el Cambio por ser la más grande coalición opositora. Nuevas opciones, también de oposición, pueden ser la solución para el voto de esas personas. 

Si lo interpretamos bien, lo que realmente quiere la gente que pide que la oposición se una es que el oficialismo salga perdedor. ¿Qué significa, en una elección legislativa, que el oficialismo sufra una derrota? Significa, sencillamente, que el oficialismo pase a tener menos bancas de diputados y de senadores de las que tiene hoy. Visto de esa forma, no importa si las nuevas bancas de oposición sean de una coalición o de otra, lo que importa es que no sean del oficialismo. 

Otro punto importante es que mucha gente cree que la oposición pierde votos cuando los grupos de opositores se lanzan criticas unos a los otros. Bueno, eso, sí, ¡es cierto! Las criticas, peleas, descalificaciones entre opositores solo benefician al oficialismo. Para evitar eso, otra vez la solución es la coordinación. Una oposición coordinada puede ir a la elección con distintas coaliciones, cada una defendiendo su plataforma política pero con un  acuerdo de no-agresión entre ellas. No es difícil de implementar. Cualquier grupo político puede y debe buscar diferenciarse por sus ideas y proyectos sin atacar a otros grupos de oposición. Además, los constantes desaciertos del gobierno actual ya son abundante material para que la oposición critique. 

Por último, me encantaría ver que una oposición coordinada pueda presentar distintos proyectos para el país y, al mismo tiempo, acordar en algunos proyectos legislativos prioritarios en caso de que el oficialismo pierda la elección. Nunca hay que perder de vista que la de 2021 es una elección legislativa y, por eso, aunque la oposición tenga una victoria avasalladora, el oficialismo va a seguir manejando el poder ejecutivo y, por lo tanto, gobernando. Tampoco lograría la oposición tener la mayoría en el Senado. En estas condiciones, una oposición victoriosa, apoyada por un importante caudal de votos, podría forzar en el Congreso algunos proyectos en común: 

  • revocar la emergencia económica y los superpoderes ya que los mismos solo sirven para facilitar el uso discrecional de recursos públicos por parte del poder ejecutivo. 
  • avanzar con la propuesta de una ley de ficha limpia que impida, a partir de la elección del 2023, que personas con condenas judiciales se postulen y ocupen cargos públicos.
  • volver la composición del Consejo de la Magistratura a lo que era antes de la intervención del gobierno de CFK que aumentó el control político del órgano. La Corte Suprema tiene pendiente declarar, o no, inconstitucional la medida de CFK pero no se mueve para tomar la decisión así que la mejor opción sería avanzar en el Congreso con una ley. 

A estos proyectos comunes de la oposición coordinada, me encantaría agregar uno más. Y creo que sería muy bien recibido por todos los electores que no quieren al oficialismo. Un proyecto de reducción del gasto público. Pero que sea un proyecto fácil de medir y de controlar y que, además, esté al alcance de los diputados y senadores. La propuesta es un proyecto que reduzca el gasto que el estado tiene con el Congreso. Se tendría que discutir pero se podría implementar en la forma de una reducción de sueldos o de número de asesores o mismo de gastos operativos del Congreso y de su biblioteca que tiene miles de empleados.

Agrego que la idea de crear una coordinación de la oposición es una enorme oportunidad para que algún político muestre su capacidad de liderar y de consensuar con otros grupos. 

Todas estas ideas no son solo mías sino vienen de discusiones en el grupo de pensamiento ConCienciaPolitica. 

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