Ayuda a emprendedores

A cualquier emprendedor se le requiere inspiración y transpiración. Y también se le requiere ponerse en el rol de administrador de su emprendimiento. Todos aquellos que buscan iniciar un emprendimiento, o que ya lo iniciaron y lo están manejando, saben que eso requiere una inversión que no es solo de dinero.

En general, los emprendedores tienen una idea de negocio y crean sus emprendimientos para poder ofrecer la idea a su mercado. Pronto se dan cuenta que necesitan muchos conceptos de administración que se le requieren tanto para manejar su emprendimiento como para hablar con los profesionales que actúan como su proveedores de servicio, por ejemplo, los contadores, consultores y abogados. Como no conocen los conceptos ni el vocabulario, los emprendedores tienen que buscar aprender sobre la marcha, que no es la mejor manera, ni tampoco es una manera didáctica y metódica. 

Mi ayuda a los emprendedores actuales y futuros es en la forma de videos en YouTube. Sin duda una forma moderna, gracias a los avances de la tecnología. Además de moderna, busco que sea una forma didáctica, metódica y, sobretodo, sencilla. Por ejemplo, el lunes pasado subí un video sobre el Mercado. Es un concepto esencial conocer su mercado, la parte del mercado que uno puede atender y de cuáles formas se puede investigar lo que quieren los clientes. Además es un video que va a tener un complemento en la próxima semana de otro video que muestra las herramientas de tecnología que se pueden usar, con muy bajos costos, para investigar el mercado. 

No dejen de ver este video y también el video de la próxima semana: https://youtu.be/w6HkT8Mvzjg.

Ayudar a crear un negocio

En el año 2020 tuvimos mucho tiempo para pensar. Con la cuarentena y el distanciamiento social que nos impusieron los gobiernos de todo el mundo, encerrándonos en nuestras casas por muchos días, tuvimos mucho tiempo para pensar qué es lo que queremos para nuestras vidas. Para muchos, la respuesta a esa pregunta vino en la forma de crear o incrementar un negocio propio. Más aun porque, por cuenta de esas medidas de encierro, muchas personas perdieron su trabajo y muchas otras tuvieron que cambiar de función para seguir trabajando. 

El proyecto de crear el negocio propio, con frecuencia, viene del deseo intenso de no depender mas de un empleo que mañana puede no estar. Otras veces viene de la idea de un producto mejor, innovador y creativo. También puede venir de la visión de que uno puede no ofrecer nada novedoso pero hacer mejor que los que ya están establecidos. 

Cualquiera que sea la razón del proyecto, este siempre empieza con sueños, esperanza y mucho trabajo desde el inicio. Hay muchas dificultades que sobrepasar en la implementación y puesta en marcha del proyecto, aun que sea un negocio digital que no requiere instalaciones físicas. 

Además de los riesgos de cada negocio, están siempre presentes las complicaciones que los emprendedores deben enfrentar tales como el estatuto, los libros, los empleados, el balance, el plan de negocios, el plan de marketing, las proyecciones, los documentos fiscales, en fin, todos los conceptos que, por no conocerlos bien, les causan pesadillas a los nuevos emprendedores y también a los que no son nuevos pero nunca tuvieron el tiempo de aprender sobre esas cosas de una forma organizada sino sobre la marcha.

La tendencia natural es la de poner todas esas cosas en una misma carpeta que se refiere a la burocracia de la empresa y, por ende, intentar delegar lo máximo posible de ellas a profesionales como los contadores, los abogados y los consultores. Y eso es un error. La mejor solución es aprender los conceptos para poder desmitificarlos, para dejar de tenerles miedo. Además, todos esos temas no son menos importantes que el “negocio” sino que ellos son el negocio. Sin la debida formalización, el negocio no pasa de ser solo una idea. 

Por ejemplo, muchos emprendedores piensan que el balance es algo que lo prepara el contador porque es obligatorio por ley y que solo sirve para determinar los montos de impuestos a pagar. Sin embargo, el balance es la forma mundialmente usada para evaluar cómo está una empresa y también para evaluar el desempeño de los que la manejan.   

Para ayudar a que la creación del nuevo negocio sea más fácil y accesible a más personas, estoy subiendo un tema por semana a esta dirección de YouTube: https://www.youtube.com/channel/UCOMElVYyGrH_VDQr3hrGGRg. Es un canal que está recién creado. 

La idea es mostrar de una forma sencilla los conceptos que los emprendedores necesitan saber  para manejar sus proyectos con más seguridad. El objetivo no es enseñar a ser emprendedor. Los videos apuntan a darle a un emprendedor los conocimientos básicos del manejo de un negocio. 

¡Espero que sea de ayuda a todos! Preguntas, criticas o cualquier otro tipo de comentario son bienvenidos tanto en este blog como directamente en cada video. 

Queremos que la oposición esté unida, ¿estamos todos de acuerdo?

Vengo escuchando la frase del título de esta nota con mucha frecuencia y pienso que la frecuencia va a aumentar a la medida en que nos acercamos a la fecha de las elecciones de este año. También circulan por WhatsApp mensajes que, de distintas formas, piden que los políticos se unan para que la oposición salga ganadora en 2021. Además, piden que esos mismos políticos dejen de lado sus vanidades para poder estar unidos.

Algunos van más allá y piden que haya una boleta única de oposición, lo que mostraría la unión de los políticos que no se alinean con el actual oficialismo. 

Tanto los que no le votaron al actual gobierno como los que le votaron pero están muy desilusionados se desesperan a cada paso en dirección a la impunidad de CFK, a cada contradicción o error del “presidente” o, simplemente, a cada atropello a las instituciones por parte del actual equipo de gobierno. ¡Y es natural que se desesperen porque el futuro del país está en juego!

Y la reacción a esa desesperación es pedir que la oposición esté unida. 

En mi opinión, la oposición no tiene que estar “unida” sino “coordinada”. Unida significa todos en la misma boleta, que es todos en la misma bolsa. Coordinada significa grupos diferentes que actúan de forma conjunta para lograr un objetivo. Unida facilita al oficialismo que tiene que luchar contra solo un grupo. Coordinada abre varios frentes de lucha en una campaña que requiere estrategias distintas en cada distrito. Por eso, repito, en mi opinión, la oposición no tiene que estar “unida” sino “coordinada”. Mis argumentos son los siguientes: 

  1. La elección de 2021 es una elección legislativa. Todas las provincias renuevan diputados y ocho provincias renuevan también senadores. No es una elección nacional sino varias elecciones provinciales al mismo tiempo. Eso significa que la mejor estrategia para la oposición en una provincia puede no ser la mejor en otra provincia. Los votos de cada partido o coalición se traducen en número de bancas de diputados por el sistema D´Hondt que beneficia el partido o coalición mayoritaria cuando hay pocas bancas en juego, no así en las provincias grandes. En los ocho casos que votan también para senador, se eligen dos senadores por el partido o coalición con más votos y un senador por el segundo partido o coalición mas votado. En algunos casos, puede ser interesante tener dos coaliciones de oposición siempre y cuanto las dos tengan condiciones de tener más votos que el oficialismo. En resumen, cada provincia es un caso y amerita una estrategia distinta y eso requiere coordinación de la oposición, lo que no significa unión de la oposición en una boleta única. 
  1. Hay muchos desilusionados con el gobierno de Alberto, pero también hay mucha gente que rechaza el gobierno de Macri. Esas personas no quieren entregar su voto al oficialismo y tampoco estarían cómodas si hay solo una boleta de oposición ya que esa boleta, naturalmente, estaría dominada por Juntos por el Cambio por ser la más grande coalición opositora. Nuevas opciones, también de oposición, pueden ser la solución para el voto de esas personas. 

Si lo interpretamos bien, lo que realmente quiere la gente que pide que la oposición se una es que el oficialismo salga perdedor. ¿Qué significa, en una elección legislativa, que el oficialismo sufra una derrota? Significa, sencillamente, que el oficialismo pase a tener menos bancas de diputados y de senadores de las que tiene hoy. Visto de esa forma, no importa si las nuevas bancas de oposición sean de una coalición o de otra, lo que importa es que no sean del oficialismo. 

Otro punto importante es que mucha gente cree que la oposición pierde votos cuando los grupos de opositores se lanzan criticas unos a los otros. Bueno, eso, sí, ¡es cierto! Las criticas, peleas, descalificaciones entre opositores solo benefician al oficialismo. Para evitar eso, otra vez la solución es la coordinación. Una oposición coordinada puede ir a la elección con distintas coaliciones, cada una defendiendo su plataforma política pero con un  acuerdo de no-agresión entre ellas. No es difícil de implementar. Cualquier grupo político puede y debe buscar diferenciarse por sus ideas y proyectos sin atacar a otros grupos de oposición. Además, los constantes desaciertos del gobierno actual ya son abundante material para que la oposición critique. 

Por último, me encantaría ver que una oposición coordinada pueda presentar distintos proyectos para el país y, al mismo tiempo, acordar en algunos proyectos legislativos prioritarios en caso de que el oficialismo pierda la elección. Nunca hay que perder de vista que la de 2021 es una elección legislativa y, por eso, aunque la oposición tenga una victoria avasalladora, el oficialismo va a seguir manejando el poder ejecutivo y, por lo tanto, gobernando. Tampoco lograría la oposición tener la mayoría en el Senado. En estas condiciones, una oposición victoriosa, apoyada por un importante caudal de votos, podría forzar en el Congreso algunos proyectos en común: 

  • revocar la emergencia económica y los superpoderes ya que los mismos solo sirven para facilitar el uso discrecional de recursos públicos por parte del poder ejecutivo. 
  • avanzar con la propuesta de una ley de ficha limpia que impida, a partir de la elección del 2023, que personas con condenas judiciales se postulen y ocupen cargos públicos.
  • volver la composición del Consejo de la Magistratura a lo que era antes de la intervención del gobierno de CFK que aumentó el control político del órgano. La Corte Suprema tiene pendiente declarar, o no, inconstitucional la medida de CFK pero no se mueve para tomar la decisión así que la mejor opción sería avanzar en el Congreso con una ley. 

A estos proyectos comunes de la oposición coordinada, me encantaría agregar uno más. Y creo que sería muy bien recibido por todos los electores que no quieren al oficialismo. Un proyecto de reducción del gasto público. Pero que sea un proyecto fácil de medir y de controlar y que, además, esté al alcance de los diputados y senadores. La propuesta es un proyecto que reduzca el gasto que el estado tiene con el Congreso. Se tendría que discutir pero se podría implementar en la forma de una reducción de sueldos o de número de asesores o mismo de gastos operativos del Congreso y de su biblioteca que tiene miles de empleados.

Agrego que la idea de crear una coordinación de la oposición es una enorme oportunidad para que algún político muestre su capacidad de liderar y de consensuar con otros grupos. 

Todas estas ideas no son solo mías sino vienen de discusiones en el grupo de pensamiento ConCienciaPolitica. 

Por favor, utilice el formulario de comentarios para dejar su opinión, ideas, criticas o cualquier otro aporte.  

¿Hasta cuándo?

¿Hasta cuándo vamos a seguir por el camino equivocado? ¿Hasta cuándo nos van a seguir mintiendo diciéndonos que estamos en el camino correcto? 

Sí, estas preguntas se podrían hacer en relación a varios aspectos de la vida del país pero, en esta nota, me refiero específicamente a la inflación. 

Miro los títulos de las notas de los diarios y me doy cuenta de que la gran mayoría de los problemas actuales tienen que ver, directa o indirectamente, con la inflación. Muchos de los títulos de las notas de los periódicos se refieren a aumentos de alquiler, electricidad, agua, transportes, gas, internet, combustibles, impuestos, en fin, la lista es casi infinita. Y la lista es enorme porque, en realidad, no son los precios que están subiendo sino el valor del Peso que está cayendo. 

¡Sí! La moneda nacional vale cada vez menos. Aclaro que esa afirmación se basa en la cotización oficial, la controlada por el gobierno, y no solamente por la del mercado. 

Por eso, vuelvo a la pregunta inicial: ¿Hasta cuándo vamos a seguir por el camino equivocado? El gobierno sigue insistiendo en controles de precios, a través de programas con nombres engañosos como “precios cuidados” y de congelamientos de tarifas. ¿Hasta cuándo? 

La inflación hoy no es más un problema crónico en los países del mundo, la mayoría de los países que la sufrieron pudieron bajarla y hoy saben cómo controlarla. La inflación solo es un problema en un grupo muy pequeño de países que incluye Argentina y Venezuela en los que los gobiernos siguen con el discurso de que la inflación existe porque los empresarios aumentan los precios y, por lo tanto, hay que controlar a los mismos.

¿Hasta cuándo nos van a seguir mintiendo diciéndonos que estamos en el camino correcto? Ningún país del mundo logró bajar la inflación de forma definitiva a través de controles de precios. Ninguno. ¿Por qué? Porque la inflación no es un fenómeno de aumento de precios sino de pérdida de valor de la moneda. 

¿Por qué la moneda pierde valor? Porque el gobierno emite más moneda de lo que las actividades económicas pueden generar y lo hace para pagar gastos para los cuales no alcanza lo que recauda de impuestos. ¡Exactamente! El gran causador de inflación es el gobierno. 

Es verdad que el gobierno gasta dinero para mantener las cosas públicas, pero también es verdad que gasta con ineficiencias. Los ejemplos van desde el número excesivo de empleados en todos los niveles del estado hasta las pérdidas de las empresas estatales que se tienen que cubrir con el dinero que aportan los contribuyentes y, si eso no alcanza, con emisión “ex nihilo”. 

Un ejemplo muy ilustrativo de esa situación es un Twitt del economista Roberto Cachanosky (@RCachanosky) del 2 de marzo de 2021 en el que él informa que el Ministerio de Economía aprobó un presupuesto de $7.600 millones de Pesos para Canal 7 y Radio Nacional, que tienen juntos muy poco rating y solo logran tener $230 millones de ingresos por publicidad. La diferencia, es decir, $7.370 millones se paga con plata de los contribuyentes o, peor, con inflación para todos. 

La receta no es difícil de entender. Que se reduzca el tamaño y las ineficiencias del estado, que se pase a tener una situación de equilibrio entre ingresos y egresos y se termina el martirio de la inflación que tantos problemas nos trae y tanta energía nos consume. 

¿Hasta cuándo vamos a seguir por el camino equivocado?

¿Hasta cuándo? 

Cinco Meses Sin Golf

Soy golfista de fin de semana. Lastima que no soy un gran jugador pero me gusta mucho jugar. Y esa pasión se quedó interrumpida por la cuarentena eterna decretada cuando había solo quinientos dieciocho contagiados en el país. ¿No hubiera sido más eficiente rastrear esos poco más de quinientos que encerrar a cuarenta y cinco millones por tanto tiempo? 

¡Pará! Esta es una nota de golf, no de política o de salud pública. 

Acabo de pasar cinco meses sin jugar, sin practicar y casi el mismo tiempo sin pisar el pasto. Les confeso que, por nostalgia, en algunos pocos días durante la cuarentena agarré un palo corto y probé el grip. Ni pensar de probar un swing porque no tengo el espacio en el departamento. Hasta intenté hacer swing con palo en el balcón pero pronto de di cuenta que el resultado sería una de dos posibilidades: destrozaría el techo del balcón o, peor, destrozaría mi palo. Así que ¡no! El único contacto con el golf durante todo ese tiempo fueron unas cortas y efímeras practicas de putting en la alfombra de mi dormitorio. Bueno, y algunos videos instructivos también pero esos no los tengo en cuenta porque no movía mi cuerpo mientras los miraba.  

Pero, finalmente, ¡llegó el día! 

Con la liberación de los deportes individuales en la ciudad de Buenos Aires este 17 de agosto de 2020, me anoté para ir al driving range a practicar. Saqué el turno para el primer horario disponible, a las 8 de la mañana, llamé por teléfono, entré en la pagina, me bajé una aplicación, es decir, cumplí con todos los pasos que nunca fueron necesarios para ir a tirar unas pelotas desde una gatera. Increíble, ¿no? ¿Cómo puede ser que la complicamos tanto? 

Quince minutos antes de mi turno ya estaba casi llegando al driving cuando me doy cuenta que había varios jugadores más ansiosos que yo y, por lo tanto, ya había una larga fila de autos para entrar en el estacionamiento que todavía estaba cerrado. ¿Cerrado? ¿No entienden esos empleados que hay una demanda reprimida, y muy reprimida, que quiere ir a practicar? ¿Por qué no llegaron más temprano? 

Cuando finalmente logré entrar y estacionar el Peugeot, cambiarme los zapatos y bajar el bolso de palos del baúl, me tuve que poner en otra fila, ahora para pagar y recibir el canasto de pelotas. Bueno, para hacerla corta, logré llegar a la gatera, que no era la misma de la reserva, eso de las casi ocho y veinte. ¿La puntualidad? No, ¡ni hablar!

Soy de aquellas personas en las que el golf despierta una enorme fascinación desde lo físico y desde lo mental. Por eso busco concentrarme en mi swing cada vez que voy a practicar. Empecé con un palo corto, un Pitch, y con un backswing corto también para entrar en juego. Les confieso que los primeros resultados me llevaron pronto a cuestionarme si ese era el mejor día para volver al golf. A mí, los malos swings despiertan un proceso mental de atención a las emociones y las técnicas antes y durante cada golpe. 

Desde abajo hacia arriba, pensé primero en mis pies. ¿Estaban separados por una distancia similar a mi ancho de hombros? ¿Sentía el peso más en los nudillos que en los talones? Para sofisticar un poco más, me ocupé de pararme en el stance sintiendo más peso en la parte de adentro del pié derecho para poder volver más fácil del backswing. 

La cosa empezó a mejorar un poco. 

Cuidé entonces de las rodillas para no tener tensión en esa parte del cuerpo y de tener la flexión adecuada. Luego pasé a la cadera. Tenía que estar relajada la zona de la cadera sintiendo la flexión a la altura de las cabezas de los fémur. La espalda, que tanto sufrimiento me ha brindado a lo largo de la vida por las hernias de disco que tuve, debería estar recta para permitirme girar. La verdad que no puedo girar si mi espada está curvada hacia adelante.  

Bueno, las pelotas empezaron a volar. No exactamente en la dirección que yo quería pero empezaron a alzar vuelo, lo que no es poco.

Pasé a los brazos y el grip. Soy un fanático del brazo izquierdo estirado durante todo el swing. Por eso, el brazo derecho tiene que estar relajado para acompañar. Eso no se logra si el grip de la mano derecha está muy apretado. ¿Cómo están los dedos de la mano de derecha? Sí, con un agarre suave en el palo. ¿Y los dedos de la mano izquierda? Ellos llevan el palo con un agarre firme pero sin tensión. Es difícil de explicar pero los golfistas seguro que conocen esa sensación. Me concentré entonces en pasar los hombros y llegar al límite del backswing antes de descargar.  

¡Uau! Lindo vuelo con larga distancia y buena dirección. 

¿Listo? ¡No! Hay que poder repetir ese tiro maravilloso.

El intento de repetición, bueno, fue solo un intento. Tuve que empezar de vuelta desde los pies pero no quiero aburrirlos con todo de nuevo. Agregué la atención a la transferencia de peso. Para un lado y para el otro. En el backswing se siente el peso en el pie derecho y, luego, se termina con el peso en el pie izquierdo. Las manos sienten el palo todo el tiempo. Los ojos miran a la pelota para mantener la cabeza en la posición durante todo el barrido. ¡Casi me olvido que, antes de empezar el golpe, hay que respirar y sacar el aire que está abajo del estómago!

¡Listo! ¡Ahora sí! ¡Un lindo tiro! Con larga distancia y muy buena dirección. 

Ahora puedo repetir los buenos golpes con todas las pelotas que me quedan en el canasto de cien. Hago de cuenta de restar y veo que recuperar mi swing me costó noventa y seis pelotas. Bueno, por lo menos tengo cuatro pelotas para practicar bien.  

Un Día en el Futuro

Hace poco tiempo, dicté un curso sobre las Oportunidades de Negocios de la Revolución Industrial 4.0 y también presenté algunas charlas cortas sobre el mismo tema. Como todo fue de forma presencial, claro que el curso y las charlas fueron antes de la cuarentena, así que es muy posible que hace más tiempo de lo que puedo darme cuenta. 

Lo que importa para esta nota es que estuve revisando el material que desarrollé para el curso y las charlas, todo muy centrado en las nuevas tecnologías que están moldeando nuestras vidas ya, hoy, y van a seguir profundizando sus influencias en nuestro comportamiento, nuestros negocios, nuestras relaciones humanas y hasta en la forma como uno piensa y resuelve problemas. 

Dediqué muchas horas a la revisión y actualización del contenido que desarrollé, visualizando en mi cabeza los cambios que se vienen. Me fui a dormir pensando en lo interesante que es el tema, en cuántas personas están hoy, en todo el mundo, estudiando e implementando cosas con Inteligencia Artificial, Impresión 3D, Realidad Aumentada, Blockchain, Vehículos Autónomos e Internet de las Cosas. 

Me desperté cuando sonó el despertador. Había algo raro porque siempre uso mi iPhone como despertador que toca una música suave para ayudarme a empezar el día. Bueno, ¡no! De esta vez el despertador sonó con otro tono y, ni bien me desperté, me habló para desearme un buen día y me dio un reporte de cuantas horas me había dormido, cómo estaba el tiempo afuera y cuál era la temperatura prevista para el día. Me estaba por ponerme las chinelas cuando, automaticamente, los vidrios de la ventana fueran gradativamente incrementando su transparencia para dejarme ver un lindo amanecer y, la la vez, dándome tiempo para que mis ojos se pudieran acostumbrar con la luz de afuera. 

Como me encanta el desayuno, empecé a dar mis pasos hacia la cocina. Me di cuenta que el piso de la casa estaba cambiado. Era más claro y completamente limpio. Pude ver en un rincón de la pieza que una pequeña aspiradora robot estaba por completar su trabajo en un silencio casi absoluto. Cuando llegué a la mesa, que ya estaba puesta de forma impecable, me di cuenta que la maquina de frutas ya había pelado el kiwi que me tocaba comer, de acuerdo a mi dieta programada. La máquina de café ya me invitaba con un rico aroma que se mezclaba al aroma de la tostada y de los huevos revueltos que salían automáticamente de la cocina. 

Mi asistente me contaba las principales noticias del día y proyectaba las imágenes de las mismas en una pantalla bien disimulada en la pared del comedor. Vale aclarar que mi asistente no era una persona sino un pequeño cilindro sobre la mesa que podía escuchar hasta mi respiración y medir mi presión arterial mientras me contaba lo que pasaba en el mundo y también en las colonias de la luna. Cuando terminó su relato, le pedí un poco de silencio para poder digerir no solamente el rico desayuno sino toda la situación, inesperada para mí, de estar sumergido en un mundo tan tecnológico. Ella prontamente atendió a mi pedido y, lo que era una pantalla de televisión, volvió a ser una pared con un cuadro de arte moderno. 

¡Lástima que el silencio duró poco! Mi pensamiento se interrumpió por un súbito dolor en una muela. Claro que mi asistente, con su inteligencia artificial desarrollada con tecnología Deep Learning, analizó en fracciones de segundo la imagen de mi movimiento de cuerpo y de mano y concluyó que yo necesitaba un tratamiento de conducto y una corona nueva. Lo increíble es que no me lo dijo de esa forma. Me dijo directamente que me había acabado de agendar una cita con el odontólogo y que yo tenía que estar en su consultorio en cuarenta minutos. Ni me animé a preguntarle sobre la cuarentena porque estaba seguro que ya se había terminado. Por ahí se había terminado justo en el día anterior, por suerte. 

El doctor se puso las antiparras de realidad aumentada y, sin moverse de su escritorio, comandó los aparatos de la silla odontológica para sacarme un molde de mi muela enferma. En menos de un segundo sentí un pequeño pinchazo en la encía y ya no sentía nada en la región. Un corto tiempo más y escuché un ruido de corte y un trabajo rápido de tratamiento de conducto. Pero no había nadie cerca mío, todo lo hacía el odontólogo desde su silla. Luego entró caminando en el consultorio una asistente con una cajita en la que ya estaba lista la prótesis de mi muela, la corona, recién hecha a la perfección por una impresora 3D con resinas ultra resistentes. Por la posición que tenía mi cabeza, no me alcanzó a ver si la asistente era humana o no, pero en aquél momento ya no me iría hacer mucha diferencia. Sé que caminaba y hablaba como humana, pero eso ya no era garantía de nada. 

En pocos minutos, se terminó el tratamiento y el doctor me dijo el precio. Le contesté que pagaría en efectivo pero él no me entendió, me dijo que no sabía de que yo estaba hablando y me pidió que mirara a un pequeño aparato y simplemente dijera el precio que me había dicho. Entendí que los algoritmos, usando la seguridad de la tecnología blockchain, me habían identificado por mi ojo y procedido la transferencia de mi cuenta a la cuenta de él. 

No tuve que tocar nada en el ascensor y pronto ya estaba en la puerta del edificio. En no más de tres segundos, mi auto me pasó a buscar y tuve la enorme felicidad de ver que Diana ya estaba en el asiento de pasajero. Me subí al asiento de conductor, como de costumbre, le di un beso y me di cuenta que no había volante ni pedales. Todavía no salía de mi sorpresa cuando ella me preguntó del tratamiento y me confesó que mi asistente ya la había avisado y también confirmado el compromiso que teníamos juntos, que se tuvo que correr quince minutos por el imprevisto. No le pregunté cómo se había hecho para cambiar el horario de la cita porque ya podía imaginar la respuesta: ¡La asistente! 

El auto nos dejó en la puerta de un edificio de oficinas y me dijo que iba a buscar un lugar para estacionar y esperar. No, no me lo dijo Diana, sino el auto. La abracé y le dije: “Si todo esto es un sueño, mejor seguir soñando”.

Mas alto que el virus

¡Parece que pronto se termina la cuarentena! 

Las noticias desde Europa y Estados Unidos son “buenas” ahora que la pandemia viene aflojando en sus terribles números. Las comillas son porque los datos de contagios y muertos nunca son buenos, aunque sean reducidos. Aquí en la Argentina, las provincias ya están en vida casi normal mientras el area metropolitana de Buenos Aires sigue en el encierro pero un poco más flexible. ¡Al fin, parece que la pesadilla se termina!

¿Será que debemos ser tan optimistas? Esa es la pregunta que me hago a cada día cuando se publican los números. Justo cuando se empieza a flexibilizar la cuarentena, los números de contagios se disparan. ¿Coincidencia o consecuencia? 

Hay muchas versiones, dependiendo de quienes contestan la pregunta. 

Mas allá de que el presidente dijo el 9 de mayo que se había aplanado la curva y los números posteriores no lo corroboraron, hay gente que dice que hubo un error inicial en la estrategia, algo como un pecado original. Lo que dicen es que la cuarentena empezó demasiado temprano, cuando todavía no era necesaria, por el miedo que tenía el gobierno por saber que el sistema de salud no estaba preparado. Por eso, parece que no termina nunca. Es la cuarentena más larga del mundo y ya pasó de cuarentena a ochentena y va a ser centena antes que se termine. 

Bueno, no soy especialista en el tema por eso no sé si esa versión es correcta. Solo la menciono para que alguien la investigue y la confirme o no.

Lo que sí me parece irreversible es que la ochentena se termina. Si no es por ley será por hartazgo y necesidad económica. Miren lo que pasó el lunes en Buenos Aires con el running. En el primer día se juntaron miles de personas, seguro que muchas no se dedican a correr y por ahí nunca lo hicieron en la vida. Pero había una enorme demanda reprimida, la demanda de salir de casa. Seguro que hoy, tres días más tarde, todavía hay gente a quienes les duele los gemelos por la actividad del lunes, porque fue la primera vez que salieron a correr en la vida. 

De tanto leer sobre el Corona Virus en estos muchos días de encierro, me pongo contento porque, como diría Michael Porter, tengo una ventaja competitiva. Este virus es, entre todos los otros conocidos, un virus grande porque mide un máximo de 160 nanometros. ¡Exactamente! Medido en metros sería 0,00000016. Lo bueno de eso es que el virus, cuando lanzado al aire por un estornudo, tos o solo la voz de una persona contagiada, se precipita al suelo por gravedad. 

La ventaja competitiva es que soy alto, es decir, con zapatos y unas medias gruesas de invierno, estoy por arriba de los metro y noventa. Estoy por arriba de las bocas y narices de la mayoría de las personas. De hecho, a muchos les veo el pelo por arriba y veo partes del pelo que ni el propio dueño puede ver en el espejo. Tomo aire donde muy pocas personas pueden arrojar virus, donde el aire es más puro y menos contaminado.

¡Listo, entonces! De mi parte, ¡que se termine el encierro! 

En tiempo: por las dudas, me pongo barbijo. Ese gusanito chino es grande pero liviano, ¡que no sea cosa que una pequeña brisa lo haga visitar nuevas altitudes! 

Errores que todos vemos

¡Es más fácil ver los errores de otros que los de uno mismo! 

No sé si estás de acuerdo con esa afirmación pero es la que muchos usan para justificar sus propios errores cuando alguien se los muestra. En general, no perdono un error de tipeo, de gramática y mucho menos de ortografía. Con ganas de ayudar a que haya menos errores de esos tipos y de otros, ya publiqué en este blog la nota “5 Claves para Escribir Mejor”. La pueden leer haciendo click aquí: https://fermascare.com/language/es/5-claves-para-escribir-mejor/

Pero los errores siguen invadiendo nuestro espectro de visión, agrediéndonos con su presencia. Pero parece que solo nos molesta a los que los estamos viendo y que, a los que son sus autores, en definitiva, no les molesta porque no los pueden ver. Es más, por ahí piensan que hicieron las cosas bien y que no hay errores. Bueno, hasta que alguien les diga. 

Con solo salir a la calle, miro una publicidad para un curso de formación profesional. Bien, en este caso creo que se puede esperar que el curso le va a “deformar” a uno. Miren el cartel:  

¿Lo pueden creer? ¿Será que uno se recibe del programa o termina deformado? 

Es un cartel de publicidad de una universidad, no debería tener errores, mucho menos uno tan grotesco. 

De una universidad a un diario, aquí el pecado está en la ortografía:  

¡Sí! Es muy fácil de ver que “elección” va con doble “C”. ¿Muy fácil? ¿Por qué no lo vieron antes de sacar miles de copias del diario. Además, no es un error que está escondidito en la tercera columna de la pagina 17, aquella que muy poca gente va a leer. ¡Está en el título de la tapa! Para muchas, pero muchas, personas, el título de la tapa es la única parte del diario que ellas leen. 

Estos que siguen, son errores de tipeo, que son esos que me saltan como una agresión a mis ojos. Me atacan rápidamente, ni bien hecho la mirada en el texto del que son parte. Me pueden decir que nadie se va a tomar el colectivo equivocado por causa de este error:  

Tampoco alguien se va a perder la fecha del Día de la Nujer Mujer, como se ve en este aviso: 

Aunque esos sean pequeños errores, son errores que molestan. Además si vemos esos errores en piezas publicitarias que, en definitiva, representan a las empresas que las publican, de inmediato cuestionamos que cuidados pueden tener esas empresas con sus productos y servicios. La pregunta es: ¿puedo confiar que me van a brindar un buen servicio si ni siquiera revisan lo que publican? 

Miren este caso. Ya hace tiempo vengo pensando cambiar mi servicio de internet por uno que me simplifique mis accesos en casa y en la calle. Recibí este folleto y pensé que sería, finalmente, una solución buena para mis necesidades. Sin embargo, veo que no saben simplificar: 

En conclusión, hay que cuidar mucho cuando nos comunicamos, principalmente cuando lo hacemos de forma pública. Si no revisamos una y otra vez lo que hacemos, vamos a terminar intentando vender hielo en la Antártida y, probablemente, nuestro cartel va a ser como el que sigue: 

¡Garcias! ¡Gracias!

Qué me llevo de la cuarentena

Algunos dicen que estamos presos en casa. Otros dicen que estamos a salvo en casa. Más allá de las diferencias de opiniones, la verdad es que hace más de un mes que estamos mucho tiempo en casa y que nuestras salidas, si es que las hay, son cortas y hacia los comercios de las cuadras cercanas a nuestras viviendas.

Me acuerdo que en el lejano mes de marzo pasado, llené el tanque del auto. ¡Nunca un tanque de nafta me duró tanto tiempo! El pobre Peugeot, guardado en el subsuelo, solo se expuso a la luz del sol dos veces en esos tantos días de aislamiento social. Fue cuando la necesidad de comprar productos más pesados como botellas de agua y de vino calzó de forma sincronizada con un mail de descuentos de mi supermercado favorito y cercano. 

El año 2020 ya tiene, seguramente, el record mundial de horas pasadas adentro de casa. No creo que haya pasado tanto tiempo adentro de casa como en este año. ¡Y todavía no llegamos a la mitad del año! ¡Y todavía no llegamos al final de la pandemia! Sí, claramente la segunda exclamación es más fuerte que la primera. ¡Y ni hablar del record de lavados de manos!

Pero, bueno. Todo ese tiempo en casa, toda esa nueva dinámica en la vida de uno tiene consecuencias. No me voy a enfocar en las malas como las ganas de patear las paredes o la puerta, ni que la heladera es una maleducada que no contesta cuando le hablo. Hablemos de lo que hemos aprendido, observado en nuestro comportamiento, confirmado por alguna razón. 

Una primera constatación es que la televisión abierta ya no es necesaria. Creo que la mayoría de las personas puede vivir sin ella. Puede ser que muchas personas, junto con el record de horas pasadas en casa, también rompieron el record de horas pasadas delante de la tele. No es mi caso, pero creo que es el de muchos. En la misma linea, creo que quedó absolutamente confirmado que una buena y veloz conexión doméstica a la internet es un genero de primera necesidad. Con ella se puede ver series y películas en el momento que uno quiera. ¡No se puede vivir sin eso! 

También en esa misma linea, muchos se dieron cuenta por primera vez y otros solo confirmaron sus conceptos de que el comercio on line es una tendencia irreversible. Muchas personas hicieron sus primeras compras de supermercados u otros rubros por la red y se encantaron con el resultado. De mi parte, tuve que comprar cartuchos para la impresora, acrílicos para mi hobby, un micrófono para mis grabaciones de cursos y algunas cosillas más. Conozco gente que se compró muchos libros en formato Kindle o similar, porque tenía tiempo de leerlos como también muchos se bajaron películas en YouTube además de las horas que pasaron mirando el contenido de Netflix. 

Hablemos del cuerpo. De forma muy disciplinada, vengo manteniendo la rutina de ejercitarme cada día por medio. Claro que ayuda que, antes de que el invisible gusano hubiera llegado de China, yo ya tenía en casa una colchoneta, una banda elástica y una banda de tela de gimnasia. También ya tenía la costumbre de ir al gimnasio dos veces por semana para clases de Pilates. Bueno, lo que me queda de la pandemia es que por ahí no necesito del gimnasio. Por ahí no necesito, después que se levante el aislamiento, de trasladarme al gimnasio y abonar una cuota para hacer lo que puedo hacer por mis propios medios. Pude comprobar que puedo mantener la disciplina y la dedicación de mantener a mi cuerpo con frecuencia y regularidad. 

Otra lección que nos deja la pandemia es el Zoom. O, dicho de forma más general, las reuniones no personales. Me di cuenta que es más fácil hablar con una persona de forma no presencial y con un límite de tiempo de 40 minutos que intentar agendar una visita. También me di cuenta que es más fácil y ágil mantener el contacto con tus amigos y parientes a través de una reunión regular no presencial que de otra forma. Muchas personas, y yo me incluyo, van a seguir con reuniones rápidas on line después que se levante el aislamiento social. 

En la misma linea del Zoom, es importante hablar también de la educación. Muchos estudiantes de los distintos niveles desde la escuela a las universidades probaron por primera vez las clases on line porque no se les estaba permitido trasladarse a los establecimientos de enseñanza. Y, en la mayoría de los casos, la experiencia fue muy positiva. Uno puede desarrollarse a su ritmo y con menos presión del grupo o del docente. La educación a distancia llegó para quedarse. Me arriesgo a decir que va a ser, en un futuro no lejano, una parte importante del proceso de aprendizaje, complementado por encuentros presenciales con docentes y colegas. Otra predicción a la que me arriesgo mencionar es que, como la educación a distancia permite y habilita el ritmo individual de aprendizaje, es posible que la estructura de años y series que tenemos hoy esté obsoleta en el futuro. Es decir, podemos ver en una misma comisión jóvenes estudiantes de once, trece y quince años, por ejemplo, porque algunos se desarrollaron más rápido que otros. 

Lo que se dice de la educación también se aplica a la capacitación empresaria. Las clases, sincronas o asíncronas, de cursos para empresas se van a pasar al mundo digital. Los instructores vamos a cobrar menos por cada curso porque no serán cursos presenciales y, por otro lado, vamos a poder dictar el mismo curso en más empresas ya que no se va a requerir la presencia. Es una buena solución principalmente para los tiempos de pos-pandemia cuando los presupuestos de capacitación van a estar muy reducidos.      

También está la cocina. Claro que debe haber mucha gente que no se aguanta más de ganas de ir a comer en un restaurant. ¡Extraño el olor de la parrilla que está a una cuadra de mi casa! Pero, también hay muchos que se dieron cuenta de que se puede hacer cosas ricas en casa. Hay muchas recetas con buenos videos ilustrativos en YouTube que ayudan a transformar una persona normal en un chef de Cordón Bleu. Siempre digo que cocinar es un acto de amor porque uno se entrega cuando está preparando una comida y tiene una enorme satisfacción cuando su producto logra sacar elogios de sus comensales. Ese placer, exactamente ese placer, muchos descubrieron durante la cuarentena. De mi parte, ya lo conocía antes del aislamiento pero les confeso que pude practicar y mejorar los conocimientos durante estos tiempos. 

Además, nos dimos cuenta que hay cosas que no se pueden reemplazar. Soy golfista de fin de semana y extraño caminar en cancha y jugar con los amigos. No que sea un gran jugador pero me gusta el deporte. Y no hay como reemplazar ese placer. En un momento de la cuarentena pensé en practicar mi swing pero no tardó mucho para darme cuenta que podría romper el techo del living o, peor aun, romper uno de mis palos. Así que la bolsa me espera cerca de la puerta rezando para que el aislamiento se levante pronto. 

Tampoco se puede reemplazar la peluquería. No es que el pelo me toca los hombros mientras escribo esta nota pero ya tiene un largo que es mucho más de lo que suele tener. No me animo a probar la maquinita de corte, aunque ya miré videos instructivos de cómo hacerlo. 

Por fin, de esta pandemia todavía no me llevo anticuerpos. Sí, me quedo con la duda de que si es bueno o malo que no tenga los anticuerpos. Por el aislamiento, no me expuse al virus, lo que parece bueno pero, como soy optimista, creo que hubiera derrotado el gusano rápidamente y estaría ya inmunizado para salir a calle y estaría listo para ir a jugar al golf.  

Un Hobby en tiempos de cuarentena

Como en el lejano oeste, hay un peligroso bandido por las calles que nos obliga a estar encerrados en nuestras casas. Este virus bandido nos está forzando a cambiar hábitos y a manejar nuestros tiempos en tiempo de pandemia y cuarentena. A todos aquellos que están luchando con esta nueva realidad, aunque sepamos que es temporaria, aquí les dejo un regalo que les va a ayudar, así lo espero, a pasar el tiempo de una forma mucho más llevadera.  

Poco antes de que todo esta situación estallara, me había reencontrado con el hobby que tenía en mi infancia y parte de la adolescencia. Fanático de las carreras de autos, yo construía con cartulina mis propios autos de carrera para jugar. Y no era cualquier auto, sino copias perfectas que requerían varias fotos de los originales para entender todos los detalles. Hice centenares de autos de carrera y después también autos de paseo, aviones y tanques de guerra. Desafortunadamente, no me quedaron fotos de toda esa obra que se perdió en el tiempo. 

En febrero pasado, proyecté y construí un auto de carrera basado en las nuevas reglas de la Formula 1 para el 2021. No es copia de ningún modelo especifico pero, todos sabemos, los autos de la máxima categoría hoy día no son muy diferentes entre sí. Como no es una copia, me sentí con libertad para pintarlo como quería y, por eso, decidí a través de la pintura hacer un homenaje al gran ídolo Ayrton Senna. Los invito a ver las fotos que publico de ese auto. 

Y aquí viene el regalo. 

Preparé las piezas de un auto fácil de hacer, para los que se inician en este hobby. Todas las partes y un instructivo están disponibles en un archivo que se puede bajar cuantas veces quieran sin ningún costo desde mi pagina web. Hagan de esto algo divertido. Armen sus autos, cuantos quieran, y píntenlos de forma linda y creativa. También pueden agregar, por su propia cuenta y de su propia inspiración, accesorios diferentes. Por ejemplo, se puede “tunear” cada auto agregándole ruedas más anchas y un aileron en la trasera. Inventen lo que se les antoje.

Armen autos de papel solos o con sus hijos o nietos. Para jugar o solo para coleccionar. Ocupen la cabeza con un hobby inteligente durante estos tiempos de pandemia y cuarentena.  

Para bajar el archivo con el instructivo y todas las piezas, haga click AQUÍ.

No está claro en las instrucciones que hay que poner pegamento en cada vuelta cuando se está armando las ruedas.

Un futuro sin conductor amenaza las empresas de servicios financieros

¿Qué les pasará a las compañías de servicios financieros de las terminales automotrices cuando los autos se conduzcan solos y ya no sea interesante tener un vehículo?

Durante muchos años, los fabricantes de automóviles han invertido miles de millones de dólares para desarrollar y operar sus propias compañías de servicios financieros con el fin de hacer que sus vehículos sean asequibles para sus clientes. Las condiciones de leasing y financiación han sido, muy a menudo, más importantes que el precio del vehículo. Las terminales, los concesionarios y la empresa de servicios financieros han dominado cómo agrupar el precio del vehículo y la tasa de interés de la financiación para que la operación de compra sea más atractiva para los clientes.

Gracias a los servicios financieros, muchos clientes pudieron tener acceso a sus propios automóviles, camiones y autobuses. Y el acceso en este caso significa propiedad. El arrendamiento, o leasing, y la financiación son, de hecho, medios para facilitar la propiedad de un bien, en este caso, un vehículo.

Ahora estamos hablando de un futuro diferente en este mercado. Todos los fabricantes están desarrollando sus sistemas para automatizar completamente sus vehículos. Vehículos que pueden ir de origen a destino sin un ser humano sentado en el asiento del conductor. Este desarrollo ya ha estado allí por mucho tiempo. Comenzó, hace mucho, con el control de crucero. Más tarde, llegó el control de crucero inteligente, que permite a los automóviles reducir la velocidad según el tráfico. Los sistemas automatizados de estacionamiento también son un componente del desarrollo. Los autos que pueden estacionarse solos ya no son una novedad. Tampoco los autos que prestan más atención al tráfico que sus conductores. Esos autos pueden frenar en caso de necesidad y pueden mantenerse en el carril incluso si el conductor no está prestando atención al camino. Ahora viene el nivel de autonomía “sin ojos”. Eso significa que el conductor no tendrá que prestar atención a la carretera ni al tráfico. El vehículo se encargará automáticamente de esos “detalles”. Luego viene el nivel de autonomía “mental”. Ni siquiera será necesario pensar en el viaje a medida que se desarrolla. Simplemente programaremos el destino, nos sentaremos y leeremos un libro o jugaremos un videojuego.

No pasará mucho tiempo hasta que veamos en las calles los autos que se mueven sin gente adentro. Es justo imaginar que los automóviles estarán ampliamente disponibles como medio de transporte y, básicamente, como una mercancía. Hoy en día, las personas tienen la necesidad de comprar un automóvil y, además de la necesidad, hay un deseo. Uno quiere comprar cierto modelo porque es atractivo, es divertido conducirlo. Los clientes satisfacen su necesidad de tener un automóvil utilizando planes de arrendamiento y financiamiento para que su compra sea asequible. Pero, ¿qué pasa si las personas ya no tienen la necesidad de comprar un automóvil? Además, ¿qué pasa si el automóvil ya no es divertido de conducir porque se maneja solo? ¿Qué pasará con las compañías de servicios financieros automotrices cuando los clientes no tienen la necesidad de tener un automóvil ni quieren un automóvil que sea “divertido de conducir”? ¿Qué tipo de servicios financieros serán necesarios en el futuro cuando los automóviles que conducen solos estén ampliamente disponibles como medio de transporte y las personas no necesiten poseerlos?

Probablemente, las grandes compañías de servicios financieros propiedad de los fabricantes de automóviles tendrán que convertirse en grandes compañías de alquiler que serán propietarias de los vehículos, los tendrán a disposición de los clientes y cobrarán por el uso de ellos. Imagine un futuro cuando hace una señal a un automóvil, con su brazo o su teléfono celular, tal como lo hace con un taxi o un Uber hoy en día, especifique el destino deseado y el automóvil lo llevará allí. Al final del viaje, el automóvil cargará automáticamente a su tarjeta de crédito el monto adeudado. Probablemente el precio será por minuto o según la distancia. También podemos pensar en programas de kilometraje para aumentar la lealtad a una determinada flota de automóviles sin conductor. Bueno, alguien tendrá que tener esos autos, mantenerlos, optimizar sus rutas para que estén disponibles de inmediato cuando un cliente común los necesite.

Como una compañía de taxis pero sin conductores.

¿En qué piensan las personas cuando están en un resonador magnético?

Estaba el nervio ciático que le causaba ese dolor terrible e insoportable en la parte inferior de la espalda. Es un dolor insoportable, perturbador y paralizante. Sí, paralizante. Endurece tanto los músculos alrededor del nervio que la pobre persona no puede moverse libremente incluso cuando el cerebro quiere moverse. Es una protección que el cuerpo tiene para evitar el dolor repentino y devastador causado cuando los huesos pellizcan el nervio ciático.

La persona que sufre busca desesperadamente ayuda médica. En su sufrimiento, con su movilidad reducida, su rostro mostrando dolor en cada movimiento y sus ojos suplicando clemencia, la persona va a ver a un médico especialista y espera una solución rápida porque no siente que pueda seguir viviendo así. 

Sin embargo, el médico no va a resolver el problema de inmediato. El médico mostrará simpatía y comprensión al prescribir un analgésico fuerte, pero no irá más allá de eso sin más datos. Con mayor frecuencia, el médico solicitará un análisis de resonancia magnética del área afectada.

Y ahí va la pobre persona sufriendo al resonador. Para aquellos que van por primera vez, la máquina grande y torpe parece amenazadora. Además del dolor de espalda maldito y agustiante que le causa los peores momentos de su vida, le preguntan si sufre de claustrofobia, si es sensible a ruidos extraños y se le da un botón de pánico, por si acaso. Y todo eso con un vestido incómodo, poco elegante y esterilizado, sin nada debajo en una habitación tan fría que podría transformarse fácilmente en la jaula de un oso polar. Una enfermera ayudará al pobre paciente a acomodarse en la cama del escáner siempre con movimientos lentos y cuidadosos debido al dolor de espalda o, en caso de que el analgésico ya haya logrado el objetivo estratégico, debido al temor de tener el dolor de espalda de nuevo.

Cuando se encuentra en la posición exacta en la cama del escáner y se le han dado las instrucciones de no moverse, seguir las instrucciones para respirar cuando las escuche y aquí está el botón de pánico, la enfermera se va y el paciente se da cuenta de que está en la posición correcta. Ahora está solo en la sala ártica. Un solitario cruzado luchando contra esa gigantesca máquina que, de repente, comienza a hacer ruido de movimiento, pero él no la ve moverse. ¿Qué diablos está pasando? ¿Dónde están las partes móviles? Y, sorprendentemente, la cama comienza a moverse llevando su cuerpo dentro de un estrecho túnel. Un túnel que es un poco más ancho que un cuerpo humano. En este momento, se da cuenta de que no está mirando al techo ya que estaba unos segundos atrás, sino que mira a una pared clara y blanquecina del tubo y está atrapado dentro, enjaulado como un perro grande en un pequeño estuche de viaje pero, a diferencia del perro, no puede ver afuera y escucha el terrible ruido de las cosas que lo rodean, atacantes invisibles que estarán listos para golpearlo en cualquier momento. En este momento, solo hay dos maneras de seguir. La primera es la forma noble: puede relajarse, controlar sus pensamientos, pensar que lo que está haciendo allí es por una buena razón, que en realidad no hay riesgos y que el túnel es solo una pieza de tubería inofensiva. Puede cerrar los ojos y recordar buenos momentos, vivir sus sueños, dar alas a su imaginación y dejarla volar. Disfrutar de la imagen que él, y solo él, puede ver en su mente. Viajar a través de sus recuerdos pasados ​​y visualizar nuevos y maravillosos momentos que aún están por venir. Puede soñar de una manera que no escuchará el ruido y la claustrofobia en el túnel la ignorará por completo, ya que la pared cerca de su nariz no se verá aunque esté allí. El sueño placentero solo se verá interrumpido, casi al final del procedimiento, por las instrucciones para contener la respiración y volver a respirar normalmente. Sí, lo ha logrado y ha sobrevivido. Ambos han sobrevivido, él y la máquina monstruosa contra la que estaba listo para luchar.

La segunda forma es el botón de pánico.

Perdonar la corrupción

Desafortunadamente, la corrupción es una epidemia en Latinoamérica. Y no solamente la corrupción en la gestión de las cosas públicas sino también entre privados. En este segundo caso, abundan ejemplos de negocios difíciles de entender, actividades de negocios difíciles de explicar y hasta carreras profesionales imposibles de justificar. 

Pero, sin duda, los grandes números de la corrupción están en la gestión pública. Y en este particular, la sociedad argentina se está acercando mucho a perdonar a los que la robaron de forma escandalosa.  

Todos se enojaron cuando vieron las obras públicas super-facturadas y que nunca se terminaron, los bolsos con millones de Dólares que Lopez revoleaba en la puerta del falso convento, la repentina fortuna de Lázaro Baez que fue de cajero de banco a más grande empresario del país en segundos, los hoteles vacíos de Cristina que facturaban a turistas fantasmas para lavar dinero,   la compra de medios de comunicación por Cristobal Lopez con el dinero que debería entregar al estado, los seis millones de Dólares billetes que se encontraron en la caja de seguridad de Florencia Kirchner sin que ella jamás hubiera trabajado en la vida, los quinientos millones de Dólares de Santa Cruz que desaparecieron y muchos otros ejemplos de una extensa lista de robos millonarios, siempre teniendo como víctima al estado, que es la plata de todos. 

A pesar de todo el enojo por los asaltos, los argentinos están en vías de elegir de nuevo a Cristina Kirchner para que sea la que controla el estado. Con humor, circuló por WhatsApp la frase que compara su victoria en la elección con “volver a contratar un empleado que despediste porque te robó”. Pero su triunfo estará lejos de resultar gracioso para el país. Darle votos a Cristina es darle los medios para que frene y elimine las causas por corrupción en su contra, o sea, es conferirle el perdón por el robo. ¿Alguien duda que Cristina no va a apretar la justicia para cerrar todas las causas en su contra? ¿Cuánto tiempo va a tardar para que todos los jueces pasen a ser nuevos Oyarbides? 

Y ni hablar de que el candidato es Alberto porque él no es el líder del brazo político que lo apoya por el momento y, por lo tanto, tiene que bajar la cabeza cuando manda la jefa. En sus entrevistas a periodistas, queda claro que él no tiene idea de cuales medidas tomar en el gobierno, limitándose a decir que hay que incentivar el consumo pero sin decir cómo. Lo que sí Alberto deja claro es que hay que rever las causas contra Cristina y libertar sus colaboradores presos por corrupción. 

¿Qué pasa cuando una sociedad perdona la corrupción? ¿Cuál mensaje se estará dando a todos los políticos y empleados públicos de todos los niveles? Una Cristina perdonada por los votantes, ¿va a robar menos o más? Y, si vuelve a robar, ¿podrán los votantes mostrarse sorprendidos? Ellos ni siquiera van a tener el derecho de enojarse ni mucho menos de decir que no sabían que robaba. Otros políticos como gobernadores o intendentes, ¿van a combatir la corrupción en sus distritos? ¿Cómo lo harían si, en definitiva, la corrupción se perdona? Una persona que vivió la traumática experiencia de ser víctima de un asalto, ¿va a votar a quien asaltó a todos? Y, si la vota, ¿va poder clamar por justicia para que arresten al ladrón que la asaltó? 

No importa la ideología, la corrupción tiene que ser intolerable. 

“We can grow hair”

Los líderes empresariales deben dedicar una gran parte de su tiempo al pensamiento estratégico. La estrategia de una empresa es un conjunto integral de varias capas diferentes que, en cada una, debe pensarse y emprenderse una dirección estratégica.

Muchos de mis antiguos alumnos en la universidad y varios participantes en mis programas de capacitación han trabajado en el caso llamado “We can grow hair”, inspirado en la situación de la excelente película protagonizada por la “pretty woman” Julia Roberts y por Clive Owen llamada Duplicity.

En esa película, los personajes de Julia y Clive, dos ex agentes de inteligencia, trabajan en un complot para vender secretos corporativos falsos entre dos compañías de bienes de consumo gigantes, cuyos CEO se odian entre sí y están dispuestos a demostrar públicamente su odio cada vez que tienen la oportunidad de hacerlo. Su plan llega a su punto más alto cuando Dick Garsik, CEO de uno de los gigantes de bienes de consumo, interpretado magistralmente por el excelente actor Paul Giamatti, anuncia en una reunión de accionistas que su compañía acaba de descubrir una fórmula para hacer que el cabello vuelva a crecer en la piel calva. Y Giamatti usa la oración en el título de este post para hacer su anuncio asombroso, pero falso.

Inspirado por la película, escribí el caso en el que los estudiantes se enfrentan a una situación que requiere decisiones estratégicas en cada capa diferente y se supone que deben pensar desde el nivel más alto, más general hacia abajo, hasta los niveles más tácticos. Es como un líder empresarial debería hacer. Y, sin embargo, muchos estudiantes y líderes de negocios, parten de las decisiones tácticas y nunca llegan a ver el panorama más amplio, ver el bosque y no solo los árboles, porque se atascan en el nivel táctico. Los empresarios también tienden a hacer lo mismo, principalmente aquellos en empresas pequeñas o medianas que carecen de recursos, porque piensan en lo que pueden hacer en lugar de lo que deberían lograr.

En el caso del ejercicio, los estudiantes tienen que tomar decisiones estratégicas de una compañía ficticia que ha descubierto la fórmula milagrosa que hace que el cabello crezca en la piel calva y ya ha desarrollado un champú fácil de usar con la formula. Se espera que la demanda del nuevo producto sea abrumadora porque funciona muy bien para los hombres que son pelados y también para aquellos que están en camino de perder su pelo a lo largo del tiempo. En otras palabras, la compañía ficticia tiene un producto que valora más que el oro y los clientes están dispuestos a exigirlo, incluso si tienen que arrastrarse de rodillas a las farmacias.

Los estudiantes tienen que actuar como los directores de bienes de consumo de una Cosmodemonic Corporation, como el gran escritor Henry Miller (https://www.biography.com/people/henry-miller-9408455) seguramente la habría llamado, y enfrentarse primero al decisiones estratégicas de alto nivel. La compañía que tiene el producto de oro en la mano puede optar por obtener el mayor beneficio, aumentar los precios y exprimir los márgenes del distribuidor, o puede utilizar parte de los márgenes para aumentar la lealtad de su red de distribución, o incluso utilizar la grande demanda de los hombres calvos, mientras dura, agrupando los otros productos de su línea para aumentar sus ventas generales.

Una decisión sobre el nivel de precios es la segunda después de las opciones de nivel más alto que acabamos de mencionar. Y, sin embargo, muchos estudiantes comienzan a tomar decisiones estratégicas de nivel inferior con otros detalles proporcionados en el caso, los árboles, y nunca llegan al nivel más alto, el bosque.

De las notas en la servilleta al Plan de Negocios

¡Hay gente muy creativa! Hay personas que tienen una enorme capacidad de, con solo mirar algo, identificar una oportunidad de hacer negocios. Personas que pueden dibujar en una hoja de papel un proceso nuevo o que pueden hacer apuntes en una servilleta mientras discuten una nueva idea cuando están tomando un café. Sin embargo, todavía hay muchas personas que tienen dificultad de avanzar desde las notas y la inspiración hasta un plan de negocios con viabilidad económica. 

Esa capacidad que tienen las personas de generar ideas de negocios es mucho mas pronunciada en los días de hoy porque la internet nos ha facilitado y fomentado la innovación. Eso ocurre porque el crear un negocio nuevo nunca fue tan fácil y el costo nunca ha sido tan bajo. El emprendedor nunca estuvo tan de moda como hoy. A cada día conocemos nuevos ejemplos de personas que, aun con muy poca edad y ninguna experiencia, se hicieron millonarias a partir de una idea nueva o de una forma nueva de implementar un negocio. A cada día también vemos nuevos modelos de negocios, vemos empresas on line en las que no nos queda claro qué es lo que están vendiendo, o a quién les están facturando, o sea, no nos queda claro cómo ganan dinero. Hay modelos de negocios innovadores en los que los usuarios reciben un servicio gratis porque no son los clientes. Facebook es un buen ejemplo de eso ya que sus usuarios reciben gratis un servicio de comunicación con sus amigos, parientes y clientes por el cual pueden compartir datos, fotos, videos, experiencias y no tienen que pagar nada por eso. 

Los modelos de negocios innovadores, la facilidad de crear nuevos emprendimientos y de alcanzar mercados sin fronteras que tenemos hoy, fomentan las nuevas ideas. También actúan en el mismo sentido la economía colaborativa (shared economy) y los espacios de trabajo en grupos y en cooperación (coworking) que, a través del intercambio libre, ayudan a crear ideas nuevas y formas innovadoras de hacer las cosas. Todas esas herramientas nos enamoran y nos llevan a pensar en proveer productos o servicios a la comunidad sin pensar en el resultado. Y, con frecuencia, vemos personas con muchas ideas en la cabeza pero sin un plan de negocios, sin una forma de monetizar sus ideas. Son personas que seguramente necesitan ayuda de alguien que pueda entender sus ideas, interpretar sus objetivos y traducirlos en la ecuación de ingresos menos costos es igual a resultado. Hay que saber cuestionar y evaluar las posibles fuentes de ingresos porque, como ya se ha dicho, hay modelos de negocios que no son claros como la cuenta del panadero. La tecnología hoy nos permite brindar un servicio sin costo a una comunidad de usuarios mientras se obtienen ingresos de otras fuentes como, por ejemplo, el trafico en la pagina. Hay que saber también identificar claramente los costos y eso viene de la identificación exacta de los procesos que se necesitan para vender un producto o brindar un servicio. En la parte de procesos, hay que tener en cuenta que las personas tienen necesidades distintas y crecientes y que el emprendimiento tiene que avanzar para satisfacerlas. 

A partir de la correcta identificación de esos componentes naturales y tan necesarios en cualquier negocio, se avanza a evaluar el resultado económico de la idea. Aquí es absolutamente necesaria la habilidad de poder escribir con palabras sencillas pero exactas lo que hay de posibilidad de negocios en un idea. El acto de escribir la idea desde el punto de vista de quien quiere crear un negocio aclara los pensamientos y provee un rumbo a la creación de un emprendimiento. El saber bajar una idea al papel es clave. Claro que el papel aquí es solo una expresión ya que la tecnología también nos facilita editores de textos y formas de almacenamiento que no requieren la forma física del papel. Escribir bien es la clave. Es la escrita la que transforma la inspiración en negocio posible porque es a partir de la escrita que se comunica una idea a colaboradores, inversores, socios, usuarios y clientes.  

A partir de buena formulación de la idea, un consultor con experiencia puede hacer las proyecciones de ventas y resultados, crear un plan para que la idea se haga conocida y demandada por sus usuarios o clientes, evaluar las necesidades de capital para la inversión y el retorno que ese capital va a tener a lo largo del tiempo y, en fin, presentar un buen plan de negocios a partir de la inspiración volcada en algunas notas o dibujos en una servilleta. 

Inteligencia Artificial – Algunas Aplicaciones

Mucho se habla sobre la Inteligencia Artificial (AI, por sus iniciales en inglés) y sobre cómo eso va a tener consecuencias en nuestras vidas. Por influencia de las películas de ciencia ficción, nos ponemos a imaginar que las computadoras, los robots y las maquinas en general van a tomar el poder y esclavizar a nosotros, los humanos. Pero no es así. 

AI se define como la capacidad que tiene un procesador para realizar funciones cognitivas que nosotros asociamos con la capacidad que tenemos de pensar. Son funciones como reconocer un rostro, entender cuando alguien nos está señalando algo con gestos y percibir tendencias a partir del examen de datos disponibles.  Los avances tecnológicos en los circuitos electrónicos resultaron en computadoras con capacidad para procesar cantidades enormes de datos en altísima velocidad. Y se sigue avanzando. Por eso, se desarrollaron algoritmos que son capaces de realizar funciones cada vez más complejas, como son las cognitivas. Pero, por más compleja que sea la tarea, sigue siendo una computadora procesando datos a través de un programa que un grupo de personas escribió. 

Por ejemplo, la computadora que conduce un vehículo autónomo tiene que tener la capacidad de reconocer en la imagen que toma su cámara que hay un policía en la calle. A partir del procesamiento de la imagen, tiene que reconocer si es un policía que está señalando algo como para que el auto avance, desvíe o se detenga, o no está señalando nada, o aun si es un policía que está nada más que cruzando la calle yendo a su trabajo. Y todo ese proceso de reconocimiento tiene que tardar fracciones de segundos, como hace nuestro cerebro. Nosotros lo hacemos intuitivamente, basado en nuestra capacidad de reconocimiento y de razonar. Una máquina lo tiene que hacer basado en un programa que tiene cargado. El reconocimiento de imágenes tiene muchísimas aplicaciones, y no es necesario esperar que los autos se manejen solos para poder comprobarlas. Control de calidad en una linea de producción, seguridad interna en las empresas, reconocimiento de documentos como facturas y remitos, control de presentismo y desempeño de empleados, mejoras en la logística, la lista parece no tener fin. Piensen en cómo una computadora puede optimizar la carga de un camión basada en el reconocimiento del espacio disponible, el plan de recorrido y el conocimiento de las dimensiones de los paquetes que se tienen que repartir.

Otro ejemplo pero que no tiene nada que ver con el reconocimiento de imágenes es en el procesamiento de grandes volúmenes de datos. En las clases sobre cómo hacer un Plan de Negocios, tenemos un capitulo sobre proyecciones, que utilizamos para estimar el mercado y por ende el potencial de ventas futuras. Muy importante para hacer proyecciones es entender las correlaciones que hay entre las variables de un negocio. Por ejemplo, se les pregunta a los participantes si puede haber alguna correlación entre el crecimiento económico y el consumo de vinos, a lo que ellos contestan, intuitivamente, que es muy probable que haya una correlación positiva, es decir, que la gente consuma mas vinos a la medida que los resultados económicos de los negocios son buenos. La misma intuición no es tan directa cuando se les pregunta a los participantes sobre la correlación entre el crecimiento económico y el consumo de sal. Se les dificulta la intuición porque la respuesta tiene que ver con más variables, cuales serían las costumbres, los tipos de comida, los productos que pueden reemplazar a la sal y otros. Bueno, una computadora puede procesar una enorme cantidad de datos históricos sobre el tema y tejer las correlaciones entre las variables de forma mucho más eficiente y rápida que nuestro cerebro de forma a ayudarnos con la respuesta. Es la Inteligencia Artificial usada para mejorar las decisiones de negocios. El resultado es que nuestras proyecciones de mercado y de ventas potenciales van a ser mas precisas al tener en cuenta más variables y más correlaciones. La Inteligencia Artificial ayuda a mejorar los planes de negocios cuando se tienen datos históricos sobre los cuales se puedan hacer estimaciones. 

En el area de recursos humanos, AI puede ayudar mucho en la selección del personal que se tiene que contratar además de la elección de cuáles empleados deben estar asignados a un proyecto basado en su conocimiento, educación, resultados obtenidos, preferencias y disponibilidad. Y, además, acompañar su desempeño en cada una de sus tareas. En Marketing, las aplicaciones son muchísimas. La computadora portable, es decir, el smartphone, puede sugerir que su dueño debe ir a comer algo en determinado restaurant basado en su ubicación, agenda para el resto del día, medio de locomoción, preferencias de comida y comentarios de clientes anteriores. El smartphone también notifica a su dueño cuando debe terminar su comida y salir para el próximo compromiso así como el recorrido que debe hacer basado en el tráfico, las calles cortadas por mantenimiento, obras o protestas. También en el Marketing, ya vemos hoy que, a través de la publicidad programática, somos bombardeados por publicidad que se basa en qué es lo que buscamos en Google y cuándo lo hacemos. 

Hay mucho más. Muchas más aplicaciones y cada vez más sofisticadas. Los empresarios pueden esperar que AI va a contribuir más y más al desarrollo de los negocios aportando más eficiencia, reducción de costos, mejor procesamiento de los datos disponibles, reducción de tiempos de desarrollo de productos y más rentabilidad. Cuanto más los empresarios entiendan la AI, más aplicaciones vamos a tener y mas eficiencia en los negocios se puede esperar. Eso es, sin duda, mejor calidad de las decisiones de negocios. 

Las Cryptomonedas y la naturaleza del dinero

El aparecimiento de las cryptomonedas, aunque genere muchas dudas y dificultades de entendimiento para muchas personas, nos ayuda a entender mejor qué es el dinero en nuestra sociedad. El comercio entre las personas nació a través del trueque, es decir el intercambio de bienes entre las partes. Así, cuando un creador de gallinas tenía ganas de comer un bife, le entregaba algunas gallinas al creador de vacas para llevarse una a la faena. Este ejemplo muestra con claridad que la sociedad necesitaba algo que mejor representara el valor de las cosas y que así pudiera facilitar las transacciones del comercio. Es cuando empieza a surgir el dinero en la forma de monedas. 

Pronto la sociedad se dio cuenta de que para representar valor a través de monedas de metal era necesario garantizar que no se podían copiar las mismas. Si cualquiera podía copiar las monedas, ellas dejaban de representar valor para las otras personas.  Con la tecnología de hoy, se imprimen billetes de papel y monedas de metal con altísimo grado de seguridad y, aun así, a cada tanto nos damos con un billete falso. El billete falso no cumple la función de representar valor. También gracias a la tecnología de hoy, no tenemos duda de la legitimidad del dinero digital. Una transferencia bancaria en cualquier moneda del mundo es una transferencia de dinero, nadie duda que los billetes sean falsos porque no hay billetes físicos.

Además de cumplir la función primaria de representar valor, el dinero tenía que cumplir con otras demandas para facilitar el comercio. Se requiere que el dinero sea fácil de portar, de fraccionar y de transferir. No funcionaba cuando uno se llevaba una grande moneda de oro y quería comprar cosas de bajo valor individual. Y así se evolucionó a las monedas, y mas tarde billetes de papel, de distintas denominaciones. 

Volviendo a la representación de valor, esta función es tan importante que los gobiernos, o los reyes en la antigüedad, se hicieron cargo de ella. El dinero estaba respaldado por el tesoro del estado. Pronto también se dieron cuenta que la representación de valor tenía que perdurar en el tiempo. Si un reino era invadido, las monedas perdían su valor porque los invasores no las respetaban. Si un rey dilapidaba su tesoro por exceso de gastos, la gente desconfiaba de las monedas porque sabía que serían invadidos en poco tiempo ya que el reino no tenía como mantener su ejercito. El respaldo se hacía en oro por ser un metal que no se oxida manteniendo así su apariencia a lo largo del tiempo. 

Fue solo en 1971 que se pasó a adoptar un sistema en el que el valor de cada una de las monedas del mundo puede variar, o flotar, en relación a las demás monedas. Sería  muy complicado explicar en esta nota los aspectos técnicos de esa movida. Pero, la verdad es que hoy día las monedas no están respaldadas por oro, tienen su valor determinado por oferta y demanda a diario en el mercado y los más grandes movimientos de compra y venta se hacen de forma digital, no en billetes o monedas físicas. 

Los avances de la tecnología permitieron darle seguridad a las transacciones y facilitar la representación de valor de modo que el comercio internacional creció muchísimo en un proceso que se llamó de globalización. Por la facilidad de los sistemas de pagos, pasó a ser mas fácil a una empresa encontrar proveedores o clientes del otro lado del planeta.

Los mismos avances de la tecnología también permitieron que grupos de personas que comparten un proyecto o inversión pasaran a representar sus tenencias en miles o millones o miles de millones de alguna moneda. Algunos pasaron a representar sus tenencias en valores fraccionados y pasaron a negociar entre ellos esos valores. Para garantizar la representación de esos valores pasaron a usar algoritmos de seguridad, es decir algoritmos de encripción o cryptography, como es su nombre en inglés. Esas representaciones de valores pasaron a ser aceptadas por mas grupos de personas hasta que pasaron a ser consideradas monedas. Como no tienen representación física y su valor depende de la cryptography para que nadie las pueda copiar, pasaron a ser conocidas como cryptocurrencies, o cryptomonedas.  

Muchas personas están hablando del Bitcoin, de la increíble suba que esa moneda, desconocida para muchos, tuvo en los últimos tiempos. El nombre pasó a ser conocido y comentado en muchos círculos y, para muchos, pasó a ser sinónimo de cryptomoneda. Es necesario, por lo tanto, aclarar que el Bitcoin es una de las muchas cryptomonedas que hay en el universo de la internet. Sin duda es la más conocida y la que está más cerca de estar accesible a cualquier persona. Ni el BItcoin ni las otras cryptomonedas cuentan con representación física, así que las imágenes que se encuentran en la red de monedas de Bitcoin son solamente artísticas. 

Las cryptomonedas cumplen con la función de representación de valor, se pueden transferir y fraccionar para facilitar las transacciones y mantienen su valor en el tiempo siempre y cuando haya oferta y demanda para ellas. En relación a eso de mantener su valor, muchas personas no tienen confianza en las cryptomonedas porque no cuentan con un gobierno o estado que las pueda respaldar. Sin embargo, esta desventaja se puede entender como ventaja ya que ningún gobierno puede devaluar una cryptomoneda, el valor solo depende de la oferta y la demanda por cada una.

El futuro de las cryptomonedas dependen, por lo tanto, de que las personas las acepten como valor y las usen para realizar transacciones. Hay también, en este caso, los factores técnicos de implementación. Los sistemas tienen que garantizar que cada transacción sea única, registrada y permanente. Además, tiene que ser fácil  utilizar las cryptomonedas en las transacciones a diario. Si todo eso se logra, se va a cambiar mucho la forma como manejamos el dinero. 

5 Claves para Escribir Mejor

A diario nos cuesta mucho entender algunos mensajes que recibimos. Una razón es que muchas personas escriben sus mensajes sin mucho cuidado con lo que están escribiendo. Algunos tienen mucha ansiedad por contestar rápido o por ser el primer a comentar un mensaje compartido en un grupo y, por esa ansiedad, terminan enviando mensajes que son difíciles de entender. Otra razón también es que hay personas que realmente tienen dificultad para escribir aunque sea una frase corta. 

Hay algunas acciones claves que pueden ayudar a mejorar mucho la calidad de los mensajes que uno escribe, sea para informar o sea solo para compartir algún comentario con el grupo de WhatsApp. Aquí están cinco de esas acciones claves: 

  1. No escribir frases muy largas. Si lo que uno quiere escribir es complejo o si se necesita explicar el contexto, lo mejor es dividir lo que se quiere decir en frases más cortas. Las frases más cortas son mas sencillas de escribir y mas fáciles de entender. 
  2. Mientras uno está escribiendo un mensaje debe tener atención a qué es lo que el corrector automático está haciendo. Muchas veces nos damos cuenta después de enviar que hay palabras cambiadas en nuestro mensaje. Si uno se equivoca y presiona la tecla de al lado, por ejemplo, muchas veces el corrector interpreta que se está escribiendo otra palabra y la cambia sin que uno se de cuenta. 
  3. Cuidado con la acentuación. Principalmente cuando se usan los verbos en el pasado. Un ejemplo es “yo busco” y “él buscó”. En el ejemplo, las dos declinaciones del verbo buscar tienen las mismas letras pero son diferentes en la acentuación y tienen significados distintos. Una declinación indica una acción en el presente y la otra en el pasado. Y los correctores no identifican este tipo de error porque están preparados para corregir solo errores de ortografía. 
  4. Usar las comas y los puntos. Esos indicadores de pausa ayudan muchísimo a organizar las ideas y, por lo tanto, las frases. Nadie habla sin puntos ni comas porque no sería entendido. Además una coma ausente o puesta en el lugar equivocado, cambia totalmente el significado de una frase. Es fácil encontrar en la internet una frase de Cortázar que nos muestra justamente eso. Aquí está el link: https://casahispanasfca.wordpress.com/2013/03/12/la-importancia-de-la-coma-por-julio-cortazar/ 
  5. Leer antes de enviar. Y lo mejor sería leer pensando en cómo o si las otras personas van a entender lo está escrito. Leer ayuda a identificar errores obvios y también a mejorar la organización de lo que uno quiere comunicar. 

Quien soy

Mi nombre es Fernando Mascarenhas. Me dedico a la capacitación de las personas para que puedan desarrollar mejor sus tareas y estrategias, crecer en sus carreras y vivir mejor. Tengo mucha pasión por el trabajo que realizo y busco siempre hacerlo de manera que cada clase sea una contribución para la vida de cada uno que me está escuchando. 

Llevo más de diez años en esta actividad, en universidades, centros de entrenamiento y consultoras. Mis temas son los del mundo de los negocios y empresas ya que tengo amplia y variada experiencia profesional al inicio en sistemas y luego como ejecutivo en comércio, servicios financieros, automotores, leasing y como interim manager en máquinas de construcción, consultoria, distribución y recursos humanos. 

Me respaldan mi educación formal, los muchos cursos de capacitación de los cuales fui participante y, principalmente, las muchísimas horas de estudio, lectura y escrita que he dedicado a mismo. 

En la parte formal, me recibí de ingeniero electrónico en la famosa Escola Politécnica de la universidad de Sao Paulo. Allí aprendi a pensar como ingeniero, lo que significa dominar el arte de definir, especificar y resolver problemas. En la University of Michigan obtuve mi MBA luego de un fantástico programa que entrena la visión estratégica y sus aplicaciones a los problemas diarios que hay que resolver cuando uno se hace cargo de la gestión.

La capacitación, y también la educación formal, me dieron la profundización en algunos temas importantes y en las habilidades blandas, las soft skills, que son muy necesarias cuando uno maneja grupos de personas y tiene que comunicar, liderar y ejercer influencia.