Errores que todos vemos

¡Es más fácil ver los errores de otros que los de uno mismo! 

No sé si estás de acuerdo con esa afirmación pero es la que muchos usan para justificar sus propios errores cuando alguien se los muestra. En general, no perdono un error de tipeo, de gramática y mucho menos de ortografía. Con ganas de ayudar a que haya menos errores de esos tipos y de otros, ya publiqué en este blog la nota “5 Claves para Escribir Mejor”. La pueden leer haciendo click aquí: https://fermascare.com/language/es/5-claves-para-escribir-mejor/

Pero los errores siguen invadiendo nuestro espectro de visión, agrediéndonos con su presencia. Pero parece que solo nos molesta a los que los estamos viendo y que, a los que son sus autores, en definitiva, no les molesta porque no los pueden ver. Es más, por ahí piensan que hicieron las cosas bien y que no hay errores. Bueno, hasta que alguien les diga. 

Con solo salir a la calle, miro una publicidad para un curso de formación profesional. Bien, en este caso creo que se puede esperar que el curso le va a “deformar” a uno. Miren el cartel:  

¿Lo pueden creer? ¿Será que uno se recibe del programa o termina deformado? 

Es un cartel de publicidad de una universidad, no debería tener errores, mucho menos uno tan grotesco. 

De una universidad a un diario, aquí el pecado está en la ortografía:  

¡Sí! Es muy fácil de ver que “elección” va con doble “C”. ¿Muy fácil? ¿Por qué no lo vieron antes de sacar miles de copias del diario. Además, no es un error que está escondidito en la tercera columna de la pagina 17, aquella que muy poca gente va a leer. ¡Está en el título de la tapa! Para muchas, pero muchas, personas, el título de la tapa es la única parte del diario que ellas leen. 

Estos que siguen, son errores de tipeo, que son esos que me saltan como una agresión a mis ojos. Me atacan rápidamente, ni bien hecho la mirada en el texto del que son parte. Me pueden decir que nadie se va a tomar el colectivo equivocado por causa de este error:  

Tampoco alguien se va a perder la fecha del Día de la Nujer Mujer, como se ve en este aviso: 

Aunque esos sean pequeños errores, son errores que molestan. Además si vemos esos errores en piezas publicitarias que, en definitiva, representan a las empresas que las publican, de inmediato cuestionamos que cuidados pueden tener esas empresas con sus productos y servicios. La pregunta es: ¿puedo confiar que me van a brindar un buen servicio si ni siquiera revisan lo que publican? 

Miren este caso. Ya hace tiempo vengo pensando cambiar mi servicio de internet por uno que me simplifique mis accesos en casa y en la calle. Recibí este folleto y pensé que sería, finalmente, una solución buena para mis necesidades. Sin embargo, veo que no saben simplificar: 

En conclusión, hay que cuidar mucho cuando nos comunicamos, principalmente cuando lo hacemos de forma pública. Si no revisamos una y otra vez lo que hacemos, vamos a terminar intentando vender hielo en la Antártida y, probablemente, nuestro cartel va a ser como el que sigue: 

¡Garcias! ¡Gracias!

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